Mar y Tequila
ESTE POST DEBIÓ SER COLGADO EL 26 DE DICIEMBRE DE 2004.
En medio de una tarde tan gris, que se empeña en levantarme el ánimo a medida que pasan los minutos, escucho la sensual voz de David Bowie, y cada vez se me abre más el apetito sexual.
La verdad es que recibir un mensaje al móvil, en el momento adecuado, es como un subidón de adrenalina, sobre todo cuando la persona que lo manda hacía tiempo que no se acordaba de ti.
Debería estar escribiendo otra cosa; quizás una historia escandalosa, en donde entre en juego el sexo y la violencia, pero no me siento con ánimos de hacerlo.
Hoy precisamente me gustaría quedar con mucha gente. Tomarme todas las cañas y cafés que debo; la verdad es que es halagador tener tantos oídos pretendiéndome.
Anoche fue una noche muy agradable y divertida. No sé por qué pero no podía sacarme a C de la cabeza. Tenía todo el rato la sensación de que estaba cerca, de que me lo iba a encontrar. Quizás fuera por haber oído una canción de Bowie, saliendo desde el interior de un coche...
Bebí bastante, pero nadie se dio cuenta de mi medio borrachera. Un chico que me presentaron y al que no había visto en mi vida, estuvo insistiendo toda la noche en que me conocía de algo, además de una noche de juerga, me decía. A mí no me sonaba de nada su cara, pero él estaba tan seguro de ello... que yo empecé a temer que tuviera razón. No paraba de hablar conmigo y ¡hasta me sacó a bailar swing!... (uff)
Aún recuerdo la cara de mosqueo de algunos...
La verdad es que estos parches me vienen bien, pero echo de menos a mucha gente, incluso a la que no conozco. Me gustaría ver a L, a P, a M, también a P, a J, a D, y a Papá Noel, a ver si me regala una primitivita y me llevo a todas estas iniciales de vacaciones submarinas, con traje de neopreno incluido... quizás México sea un buen lugar. Mar y tequila.
En medio de una tarde tan gris, que se empeña en levantarme el ánimo a medida que pasan los minutos, escucho la sensual voz de David Bowie, y cada vez se me abre más el apetito sexual.
La verdad es que recibir un mensaje al móvil, en el momento adecuado, es como un subidón de adrenalina, sobre todo cuando la persona que lo manda hacía tiempo que no se acordaba de ti.
Debería estar escribiendo otra cosa; quizás una historia escandalosa, en donde entre en juego el sexo y la violencia, pero no me siento con ánimos de hacerlo.
Hoy precisamente me gustaría quedar con mucha gente. Tomarme todas las cañas y cafés que debo; la verdad es que es halagador tener tantos oídos pretendiéndome.
Anoche fue una noche muy agradable y divertida. No sé por qué pero no podía sacarme a C de la cabeza. Tenía todo el rato la sensación de que estaba cerca, de que me lo iba a encontrar. Quizás fuera por haber oído una canción de Bowie, saliendo desde el interior de un coche...
Bebí bastante, pero nadie se dio cuenta de mi medio borrachera. Un chico que me presentaron y al que no había visto en mi vida, estuvo insistiendo toda la noche en que me conocía de algo, además de una noche de juerga, me decía. A mí no me sonaba de nada su cara, pero él estaba tan seguro de ello... que yo empecé a temer que tuviera razón. No paraba de hablar conmigo y ¡hasta me sacó a bailar swing!... (uff)
Aún recuerdo la cara de mosqueo de algunos...
La verdad es que estos parches me vienen bien, pero echo de menos a mucha gente, incluso a la que no conozco. Me gustaría ver a L, a P, a M, también a P, a J, a D, y a Papá Noel, a ver si me regala una primitivita y me llevo a todas estas iniciales de vacaciones submarinas, con traje de neopreno incluido... quizás México sea un buen lugar. Mar y tequila.
3 comentarios
divina Gilda -
Anónimo -
DiviNa GiLdA -
besossss