Miel sobre hojuelas
Imaginad un dinosaurio amarillo, entre la polución de los coches, en medio de la Gran Vía. Yo lo veo, y pienso coger la maleta y marcharme a otra parte. Uno cree que las cosas serán como uno las proyecta, pero no, nada sale si no se desea con fuerza. Os lo juro, es así. A mí me funciona, pero omitiré un pequeño detalle porque no quiero que tengáis tan mal concepto de mí.
Pues... un día soñé, hace muchos años, con un dinosaurio amarillo, subiendo la Gran Vía, intentando no pisar los coches; muy respetuoso y atemorizado o, más bien, avergonzado por su paso lento y su consecuente colapso. Un día, no sé dónde, me encontré un dinosaurio de goma dura, de color amarillo.
Y ahí lo tengo, entre un Volskwagen escarabajo, un Mini y un Seiscientos, en una estantería, llena de historias que me hacen soñar...
Pues... un día soñé, hace muchos años, con un dinosaurio amarillo, subiendo la Gran Vía, intentando no pisar los coches; muy respetuoso y atemorizado o, más bien, avergonzado por su paso lento y su consecuente colapso. Un día, no sé dónde, me encontré un dinosaurio de goma dura, de color amarillo.
Y ahí lo tengo, entre un Volskwagen escarabajo, un Mini y un Seiscientos, en una estantería, llena de historias que me hacen soñar...
5 comentarios
La Niña de Zion(Quiara) -
reuben -
gasord -
e -
se te echaba de menos por aquí, jana.
caronte -