Noche caliente

Mis endorfinas estaban hirviendo, mis labios parecían haber besado un montoncito de pimienta; empecé a desear que me apagaran el fuego las bocas de los chicos que veía.
Me crucé miradas de deseo con varios. Había en esas miradas las de alguna fémina a lo Marlene Dietrich. Os juro que deseé que me besaran violentamente, en algún lugar escondido.
Aún quedan cenizas de ayer.
4 comentarios
whicho -
Flashman -
Steam Man -
Me alegro, todo lo bueno es bueno, saludos!
gasord -