Viajando: "Play with your Pussy*"
Después de mi fracaso en mi odisea como funcionaria, decidí no hundirme en la mierda y dejarme llevar por mis instintos juerguistas.
La verdad es que el viernes me lo pasé de bajón. Me metí en casa y me quedé como una hora sentada en el suelo de la habitación, viendo los kilos de papel consumidos en nueve meses. Me levanté por fin de la losa que había ocupado y, a ritmo de Leonard Cohen , recogí todas esas letras entrelazadas que forman textos supuestamente académicos.
No hice gran cosa, salvo seguir leyendo El Código Da Vinci (no me convence mucho) y ver por la noche Memento ; era irónico ver esa peli en el estado en el que me encontraba...
El viernes plañidero pasó y llegó un sábado en donde los planes se me acumulaban y la gente no dejaba de quererme. Se avecinaba una noche de emociones, como todas las noches de concierto , pero ésta iba a serlo aún más. Empecé a hablarle a la gente del concierto y al final se apuntaron unos cuantos. Llegué al garito y vi a Gafón . Le había visto en fotos y hemos chateado bastante, pero el sábado ¡le conocí en persona! No sé si él me vio, pero nada más entrar, me puse al lado de una mesa, junto con la gente que venía y, de repente, le vi ahí, con unos pantalones de raya diplomática, un poco (muy poco) acampanados, sus bambas rojas, un polo de color beige y su pelo con patillas rebelde jeje. Al principio llevaba sus gafas de pasta (como las mías), pero cuando salió a cantar se llevó al escenario su miopía. Se desgañitó, tuvieron problemas de sonido, pero tarareé sus canciones, vibré con la batería y casi tengo un orgasmo con el saxo (Matías, qué máquina y qué mala leshe). Les seguí de cerca, todos sus movimientos; las peleas de Mateo con el micro y su saxo, que al final solucionó colando el micro por el agujero del saxo jajaja lo violó y ahogó su sonido, pues se le oía menos y a pesar de que se lo habían avisado, el tío decidió, en lugar de sacar el micrófono, soplar aún más fuerte.
El batería actuaba de mediador, pues hubo un rifi rafe (sin más consecuencias y muy simpático) entre Matías y Gafón, pero he ahí las cosas del directo y sus virtudes de ver la música en carne viva.
Gafón estaba lleno de energía, ¡chupando el micro cuando cantó Play with your Pussy! jajaja. Estuvo genial. Ya hablaré con él sobre el resto de observaciones que aprecié, pero esto quedará en privado.
Después me fui al Louie Louie, por cambiar un poco y porque, no sé por qué me empeño en que ese sitio cierra más tarde que los demás (es una falsa leyenda). Intenté llamar a P, pero estaba fuera de cobertura. Luego me llamó él, casi a las seis de la mañana. Estaba dormida y, de repente, oí el zumbido del vibrador, no tuve fuerzas de ser lo suficientemente rápida como para llegar a tiempo y coger el móvil. Cuando lo tuve en mi mano, me di cuenta de que me había llamado. Qué pena no haber podido cogérselo, me hubiera gustado charlar en medio de su borrachera jajaja.
Ayer vi 21 gramos y estuve también de concierto. Una amiga se empeñó en que fuera a verle. Se trata de Luis Ramiro, un cantautor. No me gustan nada los cantautores. No estuvo mal. Pero no me subo al carro de ese tipo de música. Me niego.
Fue en un sitio muy agradable, parece ser que en donde nacieron todos los cantautores ahora conocidos. Fue en el Libertad, precisamente en la calle con el mismo nombre, en el corazón de Chueca, en el corazón de los mejores bellezones que te puedas encontrar.
Fin de trayecto.
Viaje vertical ascendente.
*Título de una canción de The Letizias.
La verdad es que el viernes me lo pasé de bajón. Me metí en casa y me quedé como una hora sentada en el suelo de la habitación, viendo los kilos de papel consumidos en nueve meses. Me levanté por fin de la losa que había ocupado y, a ritmo de Leonard Cohen , recogí todas esas letras entrelazadas que forman textos supuestamente académicos.
No hice gran cosa, salvo seguir leyendo El Código Da Vinci (no me convence mucho) y ver por la noche Memento ; era irónico ver esa peli en el estado en el que me encontraba...
El viernes plañidero pasó y llegó un sábado en donde los planes se me acumulaban y la gente no dejaba de quererme. Se avecinaba una noche de emociones, como todas las noches de concierto , pero ésta iba a serlo aún más. Empecé a hablarle a la gente del concierto y al final se apuntaron unos cuantos. Llegué al garito y vi a Gafón . Le había visto en fotos y hemos chateado bastante, pero el sábado ¡le conocí en persona! No sé si él me vio, pero nada más entrar, me puse al lado de una mesa, junto con la gente que venía y, de repente, le vi ahí, con unos pantalones de raya diplomática, un poco (muy poco) acampanados, sus bambas rojas, un polo de color beige y su pelo con patillas rebelde jeje. Al principio llevaba sus gafas de pasta (como las mías), pero cuando salió a cantar se llevó al escenario su miopía. Se desgañitó, tuvieron problemas de sonido, pero tarareé sus canciones, vibré con la batería y casi tengo un orgasmo con el saxo (Matías, qué máquina y qué mala leshe). Les seguí de cerca, todos sus movimientos; las peleas de Mateo con el micro y su saxo, que al final solucionó colando el micro por el agujero del saxo jajaja lo violó y ahogó su sonido, pues se le oía menos y a pesar de que se lo habían avisado, el tío decidió, en lugar de sacar el micrófono, soplar aún más fuerte.
El batería actuaba de mediador, pues hubo un rifi rafe (sin más consecuencias y muy simpático) entre Matías y Gafón, pero he ahí las cosas del directo y sus virtudes de ver la música en carne viva.
Gafón estaba lleno de energía, ¡chupando el micro cuando cantó Play with your Pussy! jajaja. Estuvo genial. Ya hablaré con él sobre el resto de observaciones que aprecié, pero esto quedará en privado.
Después me fui al Louie Louie, por cambiar un poco y porque, no sé por qué me empeño en que ese sitio cierra más tarde que los demás (es una falsa leyenda). Intenté llamar a P, pero estaba fuera de cobertura. Luego me llamó él, casi a las seis de la mañana. Estaba dormida y, de repente, oí el zumbido del vibrador, no tuve fuerzas de ser lo suficientemente rápida como para llegar a tiempo y coger el móvil. Cuando lo tuve en mi mano, me di cuenta de que me había llamado. Qué pena no haber podido cogérselo, me hubiera gustado charlar en medio de su borrachera jajaja.
Ayer vi 21 gramos y estuve también de concierto. Una amiga se empeñó en que fuera a verle. Se trata de Luis Ramiro, un cantautor. No me gustan nada los cantautores. No estuvo mal. Pero no me subo al carro de ese tipo de música. Me niego.
Fue en un sitio muy agradable, parece ser que en donde nacieron todos los cantautores ahora conocidos. Fue en el Libertad, precisamente en la calle con el mismo nombre, en el corazón de Chueca, en el corazón de los mejores bellezones que te puedas encontrar.
Fin de trayecto.
Viaje vertical ascendente.
*Título de una canción de The Letizias.
10 comentarios
gasord -
Bart -
letiziette -
Bart -
Anónimo -
Anónimo -
Zäpp -
Flashman -
Cielo Vacio -
Y ademas odio el No Fun, asi que mis noches solian acabar alli...
Zapp -