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jana

Cebra

Cebra Hoy he tenido el sueño más extraño de toda mi vida. Me pregunto qué cojones le pasa a mi cerebro para hacer unas conexiones tan raras. Mis sueños incoherentes, surrealistas, suelen sucederse en sagas. El de hoy, espero que haya sido un sólo volumen y no el primer capítulo de los Episodios Nacionales.
Iba bajando las empinadas escaleras de una cripta. El lugar era húmedo y oscuro. Llevaba una especie de túnica de raso de color granate (color que se me repite muchísimas veces en todos los objetos)y nada más (y cuando digo nada más, es nada más), hasta estaba descalza. Tenía los pies helados porque el suelo estaba bastante mojado y mohoso (brrr). Tenía el pelo muy largo y bastante despeinado y andrajoso. Llegué al final de las escaleras y el lugar era redondo y pequeño; parecía el fondo de un pozo vacío. Miré a mi alrededor y de repente me topé con una cebra. La cebra se acercaba a mí cada vez más hasta que me dejó pegada a la pared. Se puso de pie y de una forma muy natural, me arrancó la túnica con sus patas delanteras. Me quedé desnuda, pero ahora, por arte de magia, tenía puestas unas botas muy altas que me llegaban por encima de la rodilla. La cebra me cogió la mano derecha y me la enganchó en un grillete que había en la pared y me dejó ahí.
Me he despertado acojonada y con un dolor en el brazo del copón. Puta cebra!

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