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jana

LSD

LSD A veces consigo encontrarme en un estado sin principio ni fin, efímero y eterno al mismo tiempo. Tengo los ojos abiertos pero siento como si los tuviera cerrados y oigo dentro de mi cabeza “Lucy in the Sky with Diamonds” y esa canción enlaza con otras, entonces cierro los ojos de verdad y me dan ganas de estirar el brazo y conseguir atrapar la cuerda de un globo que me roza la nariz y la frente. Agarro por los pelos el trozo de cordel que se escapa y el globo, de color naranja, lleno de helio, me eleva. Mis pies descalzos rozan los árboles. No vuelo muy alto ni muy bajo, me guía Dédalo, intentando subsanar el error provocado por la pretensión de Ícaro.
Cuando bajo de esa fantasía, de repente, hoy me encuentro con dos gotas de sangre en una tela pulcramente blanca, ropa amontonada, un par de calcetines al lado de la papelera azul... un azul que me engancha a los últimos recuerdos de madera. Salgo de ahí y me voy hacia otro rincón más frívolo, pero, por más que miro a mi alrededor, no existe.
Todo está impregnado de memoria. Nosferatu se asoma a través de una reja, quiere salir de la estantería. Todas las noches me mira, con sus orejas desplegadas y sus dientes de conejo, más que de otra cosa. Se volvió loco.
Más imágenes, colores, rojo, gris, negro, fucsia, blanco, naranja, azul. Mezcla de años 1930, 1960, 1980, alcanzo a ver. Una tira llena de fotitos y en mi ventana golpeando el viento, me sobresalta de vez en cuando.
Apago la luz.
Duermo.

1 comentario

e -

bonito mundo en colores...
mi techo es blanco. recuerdo cuando pasaba, no hace tantos años, las mañanas de domingo "comiendo techo".