LSD

Cuando bajo de esa fantasía, de repente, hoy me encuentro con dos gotas de sangre en una tela pulcramente blanca, ropa amontonada, un par de calcetines al lado de la papelera azul... un azul que me engancha a los últimos recuerdos de madera. Salgo de ahí y me voy hacia otro rincón más frívolo, pero, por más que miro a mi alrededor, no existe.
Todo está impregnado de memoria. Nosferatu se asoma a través de una reja, quiere salir de la estantería. Todas las noches me mira, con sus orejas desplegadas y sus dientes de conejo, más que de otra cosa. Se volvió loco.
Más imágenes, colores, rojo, gris, negro, fucsia, blanco, naranja, azul. Mezcla de años 1930, 1960, 1980, alcanzo a ver. Una tira llena de fotitos y en mi ventana golpeando el viento, me sobresalta de vez en cuando.
Apago la luz.
Duermo.
1 comentario
e -
mi techo es blanco. recuerdo cuando pasaba, no hace tantos años, las mañanas de domingo "comiendo techo".